manada de brujas-hiena me persiguen por el camino más verde que conduce al arroyo. ellas y ellos saben que: los orificios pueden más que los llanos incesantes. encías altas y rosas con dientes pálidos y filosos derraman sangre entre las sábanas más olorosas...nadar entre las tinieblas del caos es sagrado. es que el caos es divino y lo divino destruye. pero destruye en su buen sentido, destruye todo aquello que antes desarmaba. des-amaba. es que amar lo insesante es perverso, y lo perverso construye. y luego reconstruye pequeñas ideas salvadoras como la imaginación de la maldad que revela, da vueltas, concreta.
y asi uno debe entregarse a las brujas-hiena para pasar una velada romántica con la carne más pura y más llena de gracia.así, por la noche, los sentidos se agudizan aún más y disfrutamos de ser inmortales, como estamos solos la velada se hace más intensa y las risas de las brujas-hiena inundan nuestros oídos hasta hacernos hacer aquello que nunca hubiesemos hecho pero que llevabamos dentro desde hacía mucho tiempo; y en ese momento: reina el caos. con toda su belleza y esplendor.es el momento del devoramiento animal, la reconstrucción de la belleza a través del devoramiento-destrucción.
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